@yoteayudoconlasele

04/12/20, San Sebastián. Una solución para estudiantes de 2º de bachiller ante el desafío del confinamiento.


Hoy hemos tenido el placer y la oportunidad de entrevistar a Amaya Vizmanos, creadora de la exitosa iniciativa @yoteayudoconlasele y ganadora de varios premios por este proyecto, como el de la categoría de valores jóvenes de Navarra Televisión. Con un tono entusiasta, nos ha contado su experiencia desarrollando y organizando esta novedosa red de estudiantes.

Sociedad. Laura Villanueva. Leer+

Sabemos que @yoteayudoconlasele es una iniciativa que se creó para ayudar a los estudiantes de segundo de bachillerato a superar la Selectividad en la época de confinamiento pero, ¿cómo surgió la idea?

El día que se decretó el estado de alarma, el sábado 14 de marzo, yo estaba en mi cuarto pensando en qué era de mi vida hace un año. De pronto, me acordé de segundo de bachiller y de toda la gente que estaba pasando por aquello. Entonces, decidí contactar con mi profesor de instituto, para que sus alumnos me escribieran si tenían alguna duda. Pero después, me di cuenta de que no era un problema de mi colegio, sino que era un problema de toda España. Por lo tanto, pensé en unirlo todo en un mismo lugar y decidí crear una página de Instagram. Mandé el nombre de usuario y la contraseña a un grupo de amigos de toda España que conocí en un viaje de Becas Europa, y ellos se animaron enseguida.

En pocos días la página de Instagram se hizo viral en España, ¿cómo recuerdas aquel proceso?

Al principio, empezamos a subir videos presentándonos y ofreciendo ayuda y de repente, la página empezó a crecer y llegó a todos los rincones de España. Con las ganas de ayudar de los universitarios y con el pánico que tenían los de segundo de bachiller, en un mismo día nuestro Instagram llegó a tener catorce mil seguidores y el día siguiente a veinte mil.

Al ver todo ese éxito desbordante que tuvo @yoteayudoconlasele, ¿qué sentiste?

Fue una locura. En ocasiones no eres realmente consciente de lo que son 30,000 personas. Te das cuenta del verdadero impacto que estás teniendo cuando te llegan historias de gente que se ha hecho amiga, formado una cuadrilla o que se ha conocido en la universidad gracias a este proyecto. Además, al salir en varios medios de comunicación también empiezas a ser consciente del efecto de @yoteayudoconlasele y como consecuencia te das cuenta que cuando vas por la calle hay personas que se te quedan mirando o que te reconocen.

Entiendo que todo esto surgió sin haberlo planeado antes. En este contexto, ¿cómo pudisteis hacer frente a esta avalancha y organizar esta exitosa iniciativa?

Sí, exactamente, no teníamos ningún esquema rígido; pero eso fue una ventaja. Pudimos adaptarnos a todo y ser muy flexibles. Sí que nos dimos cuenta de que se nos había ido de las manos pero lo más bonito es que había por parte de todos muchísimas ganas de ayudar. Cuando veíamos una necesidad, creábamos algo para responder a ella. Creamos un banco de apuntes nacional con todas las asignaturas, donde universitarios colgaban los suyos de años anteriores, un foro de dudas para aquellos que no tenían claro que estudiar e incluso clases online con profesores de bachillerato.

Siendo tan flexibles a las necesidades, ¿Cuáles fueron los mayores retos que tuviste que afrontar?

El hecho de no tener un esquema rígido fue una fuerza pero al mismo tiempo una debilidad, ya que cada persona que participaba en el proyecto tenía una idea del proyecto diferente y esas ideas chocaban entre ellas y eso dificultó en ciertos momentos la fluidez del proyecto. Otro reto que tuvimos los organizadores fue intentar compaginar el ayudar a los demás con nuestros propios estudios pero la motivación era tal que sacamos fuerza y tiempo para hacerlo. Increíble….

Desde un enfoque positivo y a pesar de las dificultades, seguro que te has llevado mucho de esta experiencia, ¿verdad?

Muchísimo. Ha sido una experiencia muy enriquecedora. En primer lugar, he aprendido sobre errores que no quiero volver a cometer ya que trabajamos en algunos momentos con un método de “prueba y error”.

También he aprendido que no se necesita dinero para hacer cosas. Lo único que nos costó llevar a cabo esta iniciativa fueron los ocho euros del dominio web, ni un euro más. Es cierto que nosotros no hemos ganado nada económicamente, pero sí que hemos ganado cosas mucho más valiosas con esta experiencia. Ha sido un aprendizaje enorme.

Estoy segura de que ayudar a los demás de forma gratuita y desinteresada tiene que ser muy gratificante. En nombre de los alumnos de bachiller entre los cuales yo me encuentro, quiero darte las gracias por haber pensado en nosotros y por haber hecho realidad este proyecto de apoyo para afrontar con éxito la prueba de Selectividad y poder alejar nuestros miedos e inseguridades en tan decisivo momento.